Cuando consultamos el pronóstico del tiempo de cualquier lugar y comprobamos que, durante un sólo día, las variaciones de temperatura, nubosidad y viento son tan amplias; nos cuesta entender por qué es tan importante que el calentamiento global no supere 2ºC a finales del siglo XXI. Ni siquiera sumando 2ºC a la temperatura más alta del verano más caluroso del Valle de la Muerte, nos parece algo tan peligroso para la mayoría de la población. En buena lógica, incluso, muchos de los que viven en zonas frías piensan que su día a día mejoraría.
Entonces… ¿por qué tanto revuelo con el calentamiento global? ¿qué diantre se está calentando?
El problema es difícil de comprender, porque:
- el clima es un sistema complejo, como los terremotos, los volcanes, los ecosistemas, las ciudades o el planeta Tierra;
- la temperatura es una de las variables que, junto con la humedad, la presión, los vientos y las precipitaciones, caracterizan el clima;
- un valor de la temperatura se puede referir:
- al dato resultante de la medición de un termómetro situado en un punto concreto y en un momento preciso, y
- a distintas medias, extrapolaciones y pronósticos como la temperatura global de la atmósfera, la temperatura nocturna del desierto del Sahara, la temperatura de la corriente de Humboldt, la temperatura prevista para mañana en Londres, la temperatura durante el Eoceno, etc.
- la temperatura global de la atmósfera es un indicador que muestra en un periodo de tiempo, por ejemplo, un año, el promedio de múltiples tomas de temperaturas de la superficie de tierra y océanos;
- y, finalmente, el calentamiento global es un indicador de la tendencia anómalamente ascendente de la temperatura global de la atmósfera, sobre todo, a partir de los años 50, como puede observarse en el siguiente gráfico de la NASA.
Los sistemas complejos, como el clima, se caracterizan por un comportamiento caótico e impredecible. Las interdependencias entre sus elementos son múltiples y desconocidas, el futuro no se puede predecir a partir de los datos del pasado y un pequeño cambio en «cualquier» parámetro del sistema podría amplificarse, mediante realimentación (feedback), y desencadenar cambios irreversibles, bruscos e inesperados de grandes proporciones.
¿Desencadenará el calentamiento global grandes catástrofes? Es posible; pero, ahora, no podemos saberlo, porque el futuro está lleno de posibilidades y de incertidumbres y se determina constantemente con datos que desconocemos. Múltiples factores construyen el futuro de nuestro planeta, entre otros, la vida y la acción humana; porque nosotros no somos observadores externos asépticos, formamos parte del sistema complejo Tierra, lo modificamos respirando, excretando, quemando fósiles, talando bosques, criando ganado, cultivando campos, edificando ciudades, fabricando, transportando y desechando millones de objetos, y mucho más. Contribuimos a construir el futuro, al igual que en su día contribuimos a construir el pasado y hoy, el presente.
Como el calentamiento global nos alerta de un incremento preocupante de la temperatura global de la atmósfera, vamos a analizar, más despacio, los datos del gráfico de la NASA. En el siguiente artículo, analizaremos los cambios climáticos de pasados remotos y los elementos que deberíamos vigilar; para, si fuera el caso, prevenir, evitar y/o mitigar riesgos futuros de cambios climáticos irreversibles, bruscos e inesperados de grandes proporciones.
El pasado cercano: datos fiables de la temperatura desde 1850
Desde 1850, se registran datos fiables de la temperatura ambiente, mediante estaciones meteorológicas ubicadas en tierra, en buques, globos sonda y, desde 1978, en satélites meteorológicos. Actualmente, se recogen millones de datos y se analizan multitud de indicadores meteorológicos: temperatura, presión atmosférica, lluvia, humedad ambiente, viento, radiación solar, nubes, formación de tormentas, derretimiento de hielos, salinidad de los océanos, actividad volcánica,… La tecnología de sensores, la cobertura de los observatorios y el conocimiento sobre el clima han avanzado mucho y, por tanto, la fiabilidad y la interpretación de los registros; aunque queda mucho por comprender y zonas geográficas por medir, por ejemplo, de la inmensidad de los océanos.
Desde 1850 hasta el presente, el término calentamiento global se refiere al aumento de la temperatura media global de la atmósfera, resultado de las mediciones de estaciones meteorológicas dotadas de sensores de alta precisión. Poco tienen que ver los antiguos observatorios, con los modernos, diseminados por tierra, mar y aire y ubicados en los parajes más inhóspitos; salvo el afán por el rigor y el conocimiento científico. Por consiguiente, no hay duda de que la atmósfera se ha calentado; aunque, evidentemente, las mediciones actuales son más precisas que las antiguas, hay zonas del planeta menos cubiertas, y algunas posibles desviaciones por el uso de distintos termómetros, la urbanización o el movimiento de los barcos. En este sentido, el gráfico de la NASA sólo nos muestra que el calentamiento global es un indicador de tendencia que constata lo que YA ha sucedido.
¿A qué viene tanto lío con el calentamiento global?
Hay mucha confusión en los medios de comunicación acerca del calentamiento global y resulta difícil distinguir las mediciones, en sí, de sus causas y sus efectos, de los riesgos futuros y de los conflictos de intereses que perfilan las políticas, los objetivos y los planes de actuación sobre el clima. Muchos intereses están en juego y, frecuentemente, encontramos «charlatanes» que niegan alegremente datos empíricos de esta naturaleza; cuando «lo que ha sucedido» y, además, «ha sido medido y registrado con aparatos de alta precisión» no es materia ni de opinión, ni de consenso, ni de debate mínimamente serio.
El calentamiento global no es motivo de opinión; sino de preocupación, de investigación, de análisis, de estudio…; porque una mayoría de personas, al mirar la pendiente de la gráfica, se hace preguntas:
¿por qué ha aumentado la temperatura global de la atmósfera? ¿cómo ha sucedido? ¿ha pasado antes? ¿qué consecuencias puede tener si sigue subiendo? ¿cómo y en qué medida ha intervenido la acción humana? ¿tendrá remedio?
Todas estas preguntas buscan respuestas, explicaciones; para saber a qué atenerse. Los datos empíricos registrados durante más de 150 años son el principio, materia de conocimiento, análisis, interpretación y, en la medida de lo posible, una base sólida para investigar sobre el futuro que pudiera ser y el pasado que pudo ser.
En los siguientes artículos, utilizaremos estas preguntas como punto de partida. Concretamente, en el próximo, abordaremos lo que sabemos del clima de pasados remotos y las mayores amenazas, frente al futuro: los elementos críticos que deberíamos vigilar.
¿Es posible un cambio climático abrupto, a escala global y duradero?
La foto de cabecera recortada del original está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 2.0 Genérica. Ver original en la galería de Craig Mirkin en flickr
El gráfico de la anomalía de la temperatura global 1880-2010 es de la NASA y de dominio público. Ver original en Wikipedia Commons
La foto del explorador oceánico de la NOAA está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 2.0 Genérica. Ver original en la galería del explorador oceánico de la NOAA en flickr
Hola, este comentario es una prueba